El remisero Carlos Guzmán, de 55 años, fue asesinado el domingo por la madrugada mientras esperaba a una pasajera en Tierra del Fuego al 2800. El fiscal que lleva adelante la investigación, Leandro Arévalo, dio detalles de cómo fueron las últimas horas de la víctima.
«Es sorprendido de un sujeto que iba caminando en complicidad de otro que iba en moto. Se topan con esta persona que iba a buscar un viaje. Le exigen que le den el vehículo. Estimamos que hubo una pequeña resistencia por la ubicación del impacto y por el lugar donde queda la víctima tendida», detalló el fiscal.
Y agregó: «El sujeto desciende del rodado, tiene una resistencia, es herido de un solo disparo. El sujeto que venía caminando, sube al vehículo en compañía del sujeto que iba en el motovehículo».
Según la autopsia, el causal de muerte fue una lesión cardíaca que le provocó una hemorragia intratoráxica. El orificio de entrada de la bala se ubicó en la zona parasternal derecha y el proyectil, calibre 22, quedó alojado en el psoas.
El investigador, expresó que hizo el pedido de las cámaras de seguridad. «Las del COM algunas estaban en desuso y con otras se permitió hacer una recreación parcial de la dirección de fuga. No habiendo cámaras el rostro estaba difícil de ser discernida», explicó Arévalo.
La persona que pudo dar más detalles fue la joven que había pedido el remis. Pero al ver al sujeto armado entró a su domicilio. «No termina de ser datos de apariencia con fisonomía clara y concreta», indicó el fiscal.
Horas más tarde, y tras un allanamiento en el barrio Las Américas, la policía encontró el auto de Guzmán y detuvo a un hombre de 23 años, quien quedó imputado por “encubrimiento agravado”.
