El gobernador bonaerense Axel Kicillof anunció días atrás que en 24 distritos de la provincia de Buenos Aires «se va a iniciar el retorno seguro a la presencialidad» de las clases en las escuelas y dijo que «se está hablando con los intendentes, directivos y maestros» de esos lugares, ya que «es una tarea muy compleja y de mucho riesgo».

Son unas 1.460 instituciones públicas y privadas ubicadas en 24 municipios que –según la definición epidemiológica de los entes de salud- están en “zonas de bajo riesgo”.

Balcarce es uno de los distritos dentro del inmenso sistema educativo bonaerense que no figura dentro del listado emitido por las autoridades provinciales. Claro que la reapertura acotada: sólo en el 7,5% de los establecimientos escolares se podrán abrir las aulas.

Para los estudiantes de jardines, primaria y secundaria se sostendrá la misma modalidad que se extendió en la cuarentena: provisión de módulos alimentarios del programa del Servicio Alimentario Escolar, entrega y devolución de cuadernillos e instancias de orientación a las familias y a estudiantes, según explicaron en la Dirección General de Educación bonaerense.

En ciudades como Balcarce se avanzará con un programa que denominó Acompañamiento a las Trayectorias y la Revinculación (ATR). Consiste en la convocatoria a estudiantes de magisterio avanzados para ir hasta los domicilios de los alumnos que quedaron sin conexión con los docentes. 

Otra novedad para este grupo de alumnos radicados en zonas “medias o altas” de riesgo de contagio: se evaluará la realización de actividades socioeducativas, de recreación o artística en predios no escolares. Podrían ser clubes, complejos de deportes y otros espacios al aire libre.