Una joven de 18 años denunció a su propia madre, quien tenía prohibido acercarse.
En la tarde del pasado miércoles la Policía Comunal debió intervenir en un caso de desobediencia.
Según se informó en el parte, una joven de 18 años se comunicó con la Estación para denunciar a su propia madre, sobre quien recaía una orden de restricción de acercamiento.
Al llegar los efectivos al domicilio de calles 12 y 43, constataron la presencia de la mujer de 34 años y procedieron a demorarla.
Fue trasladada a la Comisaría y una vez labradas las correspondientes actuaciones recuperó la libertad.