Investigadores del Instituto Pasteur (Francia) trabajaron sobre una premisa: el VIH no utiliza todos los linfocitos CD4 para multiplicarse. Hasta el momento, se desconocía el motivo por el que algunos eran elegidos y otros no. Ahora, estos expertos pudieron determinarlo.
De acuerdo al artículo publicado en la revista científica Cell Metabolism, es justamente el metabolismo el que hace la diferencia. Algunas de estas células inmunes trabajan demasiado para producir energía y cumplir con sus funciones. Esta gran actividad metabólica (que implica fundamentalmente el consumo de glucosa), las hace más susceptibles de ser infectadas por el virus del Sida. Es decir que identifica los linfocitos CD4 con una alta actividad y los enferma, para luego utilizar esa energía y los productos de la célula en su favor.
Este mecanismo puede entonces convertirse en un punto débil por donde atacar al virus. Según el artículo, los científicos pudieron destruir las células infectadas (que mantienen el virus latente en el organismo) mediante inhibidores del metabolismo. Por el momento, esto fue probado en experimentos con tejidos biológicos en un ambiente artificial (ex vivo) y aun resta un largo camino, pero abre la puerta para nuevos estudios que finalicen en una cura.
