Un comerciante denunció el martes pasado que un empleado había cometido un robo en su empresa tras constatar el faltante de diferentes objetos.
Según indicó ante la Sub DDI, tras realizar remodelaciones en su carnicería le ordenó a uno de los trabajadores que transportara materiales de construcción que habían sobrado y otros elementos a un galpón que la firma posee.
Sin embargo, en las horas siguientes notó la ausencia de esos materiales, los cuales se encontraban en el domicilio del empleado en cuestión.
Con esa información preliminar, los efectivos obtuvieron la autorización para realizar un allanamiento en la zona de calles 30 y 105. Allí pudieron secuestrar 200 ladrillos, tres puertas, 15 hojas de blindex, un termo eléctrico, una mesa rectangular, artefactos eléctricos de iluminación y una puerta doble de madera.
Como resultado del procedimiento, el sujeto quedó imputado por el delito de hurto y fue puesto a disposición de la Justicia. Los bienes, por su parte, fueron restituidos a su propietario.