Los médicos que revisaron al adolescente no advirtieron signos de un abuso con acceso carnal, pero los investigadores no descartan que hayan existido tocamientos y que el agresor haya obligado al joven a practicarle sexo oral.

Poco después de que radicaran la denuncia, un grupo de vecinos fue a buscar por su cuenta al acusado y a los golpes le exigieron que entregara la ropa que llevaba puesta cuando ocurrió el supuesto ataque sexual. En medio de la tensión del momento y cuando ya estaban a punto de incendiar su casa, apareció la mujer del hombre y fue ella quien tiró la ropa al patio y llamó a la policía para entregar a su marido.

Entre la ropa del detenido encontraron el celular del adolescente y se inició una causa por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante”. El acusado quedó detenido en la cárcel de Batán y declarará en las próximas horas en la fiscalía.