“Evaluamos todas las opciones posibles y aplicamos la más conveniente para cada caso porque el objetivo que perseguimos es recuperar espacio para el amarre de buques operativos, que es la principal demanda que hoy tiene nuestro puerto”, explicó Gabriel Felizia, presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata.
Desde el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata se trabajó durante los últimos años en establecer contacto con los propietarios de cada uno de estos buques y notificarlos sobre la responsabilidad y beneficios generales de retirar esas embarcaciones que ya no están aptas para la navegación.
Sobre esos casos en particular se implementaron políticas de estímulo para aquellos que, a costo propio, avanzaron desguaces de sus unidades fuera de servicio. De la misma manera se contemplan sanciones a quienes, ante mismas situaciones, no avanzan en similar sentido.
La serie de cascos desplazados comenzó con los que fueron pesqueros Chiarpesca 58 y 57, ambos derivados a instalaciones de astilleros Servicios Portuarios Integrados (SPI), para su correspondiente corte.
El buque Harengus fue retirado a remolque para su desguace fuera de Mar del Plata, el Mar Azul tuvo similar destino pero en instalaciones del astillero local TPA y el Simbad, a partir de un acuerdo con clubes de buceo de la ciudad, fue remolcado y hundido en el parque subacuático Cristo Rey, en cercanías de la restinga de Punta Mogotes.
En la actualidad son cuatro las embarcaciones que ya fueron removidas del sector de muelles y están en instancias de disposición final. El pesquero Magritte es el primero de varios que pasarán por el varadero de la Base Naval Mar del Plata para su desguace. Mismo final tiene por estas horas el San Antonino en espacios cedidos por astillero TPA. El Susana fue elevado al syncrolift de SPI, donde será cortado. Y el Milenium, en las últimas horas, transita a remolque su última navegación antes de ser desguazado en otro puerto.