Uno de los balcarceños que viajó hasta Olavarría contó detalles del espectáculo: la previa, el predio y el caos de la salida.
Desde el miércoles pasado, la Terminal de Omnibus emplazada en el Hipermercado de Avenida San Martín, la rotonda de la Plaza Liebertad y el cruce de las rutas 226 y 55 vieron partir decenas de colectivos, autos particulares y combis que emprendieron viaje rumbo a Olavarría.
Se cree que el menos 300 balcarceños llegaron hasta el el predio «La Colmena» para presenciar lo que en la previa podía llegar a ser el último recital del Indio Solari.
Manuel es uno de los tantos jóvenes de Balcarce que partió el viernes, descansó una noche en el lugar y promediando las 20 horas del sábado ingresó al espacio verde donde Solari brindó el recital.
Dos días después de consumada la tragedia y en medio de un sinfín de rumores que no descartan la posibilidad de que haya un número mayor de víctimas fatales (lo deslizó la propia Fiscal) contó sus sensaciones: «Previo al show charlaba con mis amigos y ya veíamos que podía terminal mal. Faltaba entrar mucha gente y todos se iban hacia adelante», explicó. Y agregó: «Una vez que arrancó el recital, empezamos a ver a chicos tirados en el piso. Incluso ayudamos a varios de ellos».
Para Manuel «no existe» un operativo de seguridad capaz de contener a semejante cantidad de fanáticos de Solari: «La salida fue el momento de mayor caos y confusión. La señalización fue un desastre y la presencia policial era mínima. La gente empezó a subir a los techos de las casas para esperar a que se descomprima el lugar y poder salir con tranquilidad», describió.
Sobre el comportamiento de los fanáticos fue contundente: «fueron los que mejor se portaron. Incluso nos ayudamos entre nosotros para poder ubicarnos, para que la salida sea, dentro de lo que se podía, lo más tranquila posible».