FIRME. Racing no volvió a pisar en falso tras la derrota ante Amigos Unidos y sigue ganando en el Oficial.
Más allá que no está atravesando un buen año, Los Pinos es siempre un rival peligroso. Lo comprobó Sportivo Trabajo y luego Amigos Unidos. Racing, con su gran despliegue ofensivo, no quería relajarse y que le pase lo mismo que ante San Agustín, donde empató en el último tramo.
El equipo dirigido por Juan Vallejos, siempre aguerrido, contó con Nicolás Canto, aunque sintió la ausencia del goleador, Juan Mónaco, lesionado. En la “Academia” fueron pocos los cambios que realizó Fernando Galíndez. Franco Duffard jugó de central y Matías Gutiérrez ocupó el lugar de Juan Pablo Burgois, ausente. De mitad de cancha en adelante, equipo ideal para el DT.
PRIMER TIEMPO
Los Pinos salió bien despierto y avisó con un remate de Claudio Dipierro, que se fue desviado. Pero cuando se estaban estudiando, el siempre desequilibrante Cristian Manuel fue derribado en el área y Darío Paciaroni cobró penal. Nahuel Glorioso fue el encargado de ejecutarlo pero su remate fue muy débil y Diego Rodríguez atajó su tercer penal consecutivo: le contuvo a Nicolás Latorre (Sportivo Trabajo), hace dos fechas, y a Gastón Ibargüengoitía (Amigos Unidos), hace 10 días, todos arrojando a su izquierda.
Como si fuera poco, el rebote le quedó a Juan Bagazzette, que con una volea volvió a exigir al arquero, que respondió en gran forma.
Racing era más y empezaba a arrinconar a Los Pinos. A los 19’, Manuel salió rápido con un tiro libre para Matías Gutiérrez, que con un remate de media distancia superó a Rodríguez. 1 a 0.
Con la tranquilidad del gol, Racing ganó el mediocampo y, tras un buen centro de Jonatan Nogueira, llegó la ventaja. A los 33’, el volante envío un preciso pase a Manuel, que anticipó a Rodríguez de cabeza y estampó el 2 a 0. Uno más para su cuenta personal.
SEGUNDO TIEMPO
Con la ventaja, parecía que Racing iba encaminado a una nueva goleada en el certamen. Pero el equipo de Fernando Galíndez levantó la pierna del acelerador, reguló las acciones y aprovechó para darle oportunidad a los pibes, tales los casos de Lamorte y Figueroa. Le dio, por momentos, la tenencia de la pelota a Los Pinos, que no tuvo ideas claras ni individualidades para poder quebrar a una defensa bien plantada, pese a que era la primera vez que jugaban juntos.
Sobre el final, Los Pinos buscó con más actitud que juego pero no logró inquietar con seriedad a Pardo. Fue 2 a 0.
