El promedio semanal de casos nuevos de coronavirus reportados alcanzó este lunes la cifra más baja desde el primero de abril, pero en contraposición, el de los fallecidos se mantiene alto en relación con la situación de mejoría en la ocupación de camas de terapia intensiva. Un conjunto de situaciones lo explican, pero el de mayor incidencia es el de la demora en la carga de datos por parte de las provincias.
Del total de 1921 muertes informadas en los últimos siete días, 396 (20,6%) correspondieron a fallecimientos ocurridos meses anteriores, algunos incluso en septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2020.
Según se desprende de los datos que informa el Ministerio de Salud de la nación en su reporte diario, en la última semana se registraron 11.721 nuevos contagios y 274 muertes por día.
Desde hace siete semanas consecutivas el promedio de muertes diarias baja y, desde el pico de 603 registrado el 11 de junio, la cifra cayó a menos de la mitad. Sin embargo, sólo este lunes se informaron 503 fallecimientos y el dato genera preocupación.
La principal razón que explica esta acumulación de datos en un sólo día es la demora de carga al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) por parte de los gobiernos provinciales. En muchos casos, la saturación del sistema de salud llevó a priorizar la atención de los pacientes y dejar las cuestiones administrativas para el momento en que la baja de internados de un respiro.
Especialistas consultados por este medio señalaron que lo importante es mirar el comportamiento semanal de los datos cargados en el sistema, porque centrarse en un único día puede derivar en errores estadísticos. De mantenerse esta situación, sostienen que en las próximas dos semanas debería comenzar a reducirse el ingreso al SISA de fallecimientos sucedidos hace meses atrás.
Chubut, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Río Negro, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán son las únicas provincias en las que el promedio de fallecimientos diarios subió en la última semana, pero en la provincia de Buenos Aires, inició una curva marcadamente descendente hace seis semanas y se mantiene en baja de manera constante. La Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe -que en conjunto las tres son las de mayor incidencia en el total país- también muestran una tendencia a la baja.