Los oficiales aseguraron que los jóvenes que iban en el Fiat eran delincuentes y que viajaban de forma «peligrosa y temeraria».

A casi tres semanas de la persecución fatal de San Miguel del Monte, en donde cuatro jóvenes murieron al impactar su auto contra el acoplado de un camión estacionado, se confirmó que los policías involucrados trucharon las actas del procedimiento para justificar el tiroteo que desencadenó en la masacre.

En ese parte que elevaron a sus superiores aseguraron que ellos comenzaron el operativo por unos supuestos delincuentes cuando, en realidad, siguieron a un Fiat 147 ocupado por cuatro amigos adolescentes y un conductor de 22 años.

A su vez, en el documento detallaron que hubo «contra-explosiones, detonaciones provenientes del escape de emisión de gases«, un punto que fue descartado por las pericias.

Los policías involucrados también aseguraron que los jóvenes estaban transitando «de forma peligrosa y temeraria». Sin embargo, en las cámaras de seguridad de la zona quedó registrado cómo los tres patrulleros que participaron del operativo eran los que amenazaban a los adolescentes y llevaron adelante el tiroteo contra su vehículo.

El auto, que manejaba Aníbal Suárez (22), quedó partido a la mitad la noche del lunes 20 de mayo. Los orificios de bala incrustados en la chapa evidenciaban que los oficiales les habían disparado. Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Camila López (13) también murieron en el acto.

La única sobreviviente fue Rocío Guagliarello (13). La joven pudo ser operada de sus múltiples fracturas en los últimos días y a partir del domingo empezó a respirar por sus propios medios.

Por la persecución, quedaron detenidos 12 efectivos de la Policía Bonaerense y el secretario de Seguridad de San Miguel del Monte. Cuatro de ellos -el capitán Rubén Alberto García, los oficiales Leonardo Daniel Ecilape y Manuel Monreal y el subayudante Mariano Ibáñez- acusados de «homicidio doblemente agravado por abuso de su función como miembro de fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego».

Las autopsias revelaron que si bien los cuatro chicos murieron a raíz de las lesiones producidas por el choque, uno de ellos también presentaba una herida de bala en un glúteo.

Este jueves, el procurador general narbonense, Julio Conte Grand, se reunió con el fiscal de la causa, el personal de ayudantía, los padres de las víctimas y sus abogados. Después del encuentro, adelantó que no se descartan nuevas detenciones en los próximos días y que se están preparando los pedidos de prisión preventiva para los acusados.