El delantero mantiene su voluntad de llegar al Xeneize y espera un llamado del Consejo de Fútbol del Xeneize para reflotar la negociación.

La llegada de Paolo Guerrero a Boca podría reflotarse en las próximas horas, con el entorno del delantero a la espera de nuevas negociaciones que permitan acercar la cifra del contrato pretendido con las posibilidades del club, motivo por el cual la transferencia había entrado en punto muerto durante los primeros días de enero.

Desde el entorno del peruano hicieron saber su voluntad de vestir la camiseta del Xeneize y hasta aseguraron que hubo nuevos llamados. Mientras tanto, la nueva dirigencia del club también lo quiere en el plantel. ¿Cuál es la traba? El alto salario de Guerrero en Inter de Porto Alegre. Por otra parte, la cláusula de rescisión, de 4.5 millones de dólares, no sería un problema para Boca.

Paolo considera que ya bajó lo suficiente sus pretensiones económicas, pero aun así sus números se mantienen lejos de las posibilidades del club de la ribera. Es la venta de algún jugador del plantel xeneize lo que podría allanar el camino hacia un acuerdo, algo que debería concretarse antes del 30 de enero.

Hasta el momento, Russo sumó a Pol Fernández (estaba en Cruz Azul de México) y al peruano Carlos Zambrano (juega como defensor central y llega del Dinamo Kiev). El tercer apuntado es Guerrero: ¿se dará?