El detenido número 11, recuperó su libertad tras ser señalado por el grupo de rugbiers como responsable del crimen de Fernado Báez Sosa en Villa Gesell.
Finalmente el detenido número 11 por el crimen de Fernando Báez Sosa recuperó su libertad. Se trata de Pablo Ventura, quien fue señalado por el grupo de rugbiers como partícipe del crimen del joven de 18 años a la salida de un boliche en Villa Gesell.
Tras comprobar que Ventura estuvo en Zárate la fatídica noche del sábado, el joven volvió a su casa y rompió el silencio “Fue muy difícil, todavía no caigo”, aseguró, al tiempo que sentenció que “no podía creer” lo que le estaba pasando.
Además, el joven de 21 destacó que en la comisaría lo “trataron muy bien” y consideró que con el tiempo su vida volverá a la “normalidad”. “Me siento mejor por suerte”, indicó.
En declaraciones a C5N, José María Ventura, padre de Pablo, apuntó contra los rugbiers implicados al sostener que “sin duda hubo malicia” a la hora de involucrar a su hijo en el asesinato y aseguró: “Yo lo único que quería es que mi hijo salga libre y que se haga justicia”.
“Estuvo detenido injustamente, pero entiendo los tiempos de la justicia, actuaron como corresponde”, sostuvo el padre, al tiempo que destacó que agradeció “muchísimo a la Policía y a la DDI”, por haber “contenido” a Pablo durante su detención.
“Cada pavada que hacían culpaban a mi hijo, era una especie de latiguillo”, sostuvo el padre quien consideró que los rugbiers “no tenían dimensión sobre lo que estaba pasando”.
El abogado de la familia, Jorge Santoro, adelantó, además, que en el trascurso de los próximos meses iniciará acciones legales por daños y perjuicios contra los diez rugbiers detenidos, por el involucramiento infundado del joven en el caso.
“Hubo daños y perjuicios y la afectación a la dignidad que le han producido a este chico ha llegado a su núcleo familiar, su núcleo de amistades y en el orden social donde se mueve Pablo. Eso tendrá que ir por la vía civil”, explicó el letrado.
