Durante la disputa del encuentro pendiente entre Boca Juniors y Ferroviarios por el Torneo de Fútbol Femenino se registraron graves incidentes que obligaron a suspender el cotejo a los 20 minutos del segundo tiempo.

Tras un fallo del árbitro del partido, Pablo Gajardo, las jugadoras de la Estación reprocharon su decisión y comenzaron a agredirlo tanto física como verbalmente, acción que derivó en la expulsión de varias de las chicas.

Gajardo, por su parte, debió concurrir al Hospital Municipal Felipe A. Fossati, donde le indicaron que había sufrido un traumatismo en la zona posterior del cuello y el oído debido a los golpes y luego acudió a la Estación de Policía Comunal para radicar la correspondiente denuncia.

Paralelamente, desde el cuerpo técnico de Ferro hablaron de «abuso de poder y soberbia» por parte del juez encargado de impartir justicia. «Estuvo incitando continuamente a la violencia, amenazando con cortar el partido por las dos tribunas, inoperante mal», aseguraron.

No es la primera vez que en el fútbol femenino se registran episodios de este tipo: en un encuentro entre Atlético San Manuel y San Lorenzo -hace algunas semanas atrás- una gresca en la cancha terminó con varias expulsadas, y en el verano la final de un torneo comercial terminó en escándalo luego de que la terna arbitral fuera salvajemente agredida por simpatizantes de Ferroviarios.