Ante un gran marco de público que se acercó hasta la Casa del Bicentenario se realizó el pasado fin de semana la segunda edición de “Café con aroma de Mujer”.
Se vivió un momento cálido e intenso, repleto de emociones. Un café concert donde los conductores Edith Meier, Florencia Piacente, Luciano Cristaldo y Nito Lezcano impregnaron el aire de poesía.
Por su parte, Silvia Verdina divirtió a todos con su monólogo teatral, la danza estuvo a cargo del grupo MozArt dirigido por Alegra Adobatti, el canto llegó de la mano de Valentina Bilota y Alberto Roberto. En tanto, Rau Garrido y Daiana Schimpf dejaron a todos envueltos en un sueño, con una intervención que mezcló danza con maquillaje artístico.
La solidaridad también se hizo presente, ya que el buffet estuvo a cargo de la Sociedad de Protección a la Infancia y todo lo recaudado fue a total beneficio de la institución de calles 28 y 35.
La jornada, que se extendió por dos horas fugaces, contó además sobre el final con la lectura del siguiente poema escrito por Nito Lezcano, en homenaje a Irene Rodríguez:
IRENE
Cómo despedir a una mujer
si nos faltará su sensibilidad,
si extrañaremos su estilo,
si los colores nos la recordarán,
si su curiosidad era imparable.
Cómo despedir a una madre
si su voz resonara en nuestra memoria,
si su presencia era un regalo,
si sus abrazos eran la ternura,
si sus consejos se contaban por cientos.
Cómo despedir a una trabajadora
si su labor era intachable,
si su conducta era incorruptible,
si su responsabilidad era su bandera,
si su pasión movilizaba cada acción.
Cómo despedir a una esposa
si eran dos pero se veían como uno,
si la complicidad era eterna,
si su compañía era refugio,
si el amor sigue intacto.
Cómo despedir a una amiga
si las risas y las charlas eran únicas,
si su silueta seguirá paseando por los boulevares,
si nos sorprendían sus sueños,
si quedaban motivos para festejar.
Cómo despedirla a ella
si al nombrarla se dibuja una sonrisa,
si su sombra nunca nos abandonará,
si su legado se mantendrá en todos nosotros,
si los que nos dejó hará que viva por siempre… Irene.