El joven agredido en el interior de «Proyecto Disco» habló sobre su recuperación: «quiero recuperarme y volver a jugar al fútbol», dijo.
A una semana de la brutal agresión sufrida en el patio de «Proyecto Disco», Nahuel Vega (17) habló de forma exclusiva con Radio Sube y brindó detalles de su recuperación, contó parte de los recuerdos de la madrugada de ese domingo y agradeció el apoyo recibido durante todos estos días.
El jugador de la reserva de Racing explicó que siente «los dolores lógicos» por las heridas sufridas pero que la recuperación «viene siendo buena». En ese marco agregó: «Quiero recuperarme lo antes posible para volver a hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol. No quiero dejar de agradecerle a la gente del club que en este momento difícil no me dejaron solo».
Vega contó que su único recuerdo es «llegando al boliche». Sin embargo, el testimonio de sus amigos le permitió ordenar los hechos y entender lo que pasó: «Mis amigos me contaron que paso por al lado de unos chicos a quienes me choco y les tiro cerveza. Me insultan y yo me voy para afuera restándole importancia a la situación», describió. Y amplió: «En el patio me ahorcaron dos personas y me tiraron al piso. Se suman otros dos y me golpean. Me levanto y les pido que no me sigan golpeando hasta que aparecen Díaz y Canto en la última situación y termino inconsciente al lado del cantero. Si caía con la cabeza siento que podía haber terminado mucho peor».
El joven habló además tras el descargo del local bailable: «Le agradezco a Matías Castro por ser el que se encargó de llamar a mi familia y estar todo el tiempo conmigo. Pero después, según lo que me dijeron, hubo gente que no quería llamar a mis padres ni llamar al Hospital», relató.
Por último, habló sobre la atención recibida en el centro asistencial y cerró: «Yo reaccioné a la una de la tarde, pero según lo que me cuenta mi mamá, en el Hospital lo único que le preguntaron fue si había tomado mucho. No me hicieron un diagnóstico por imágenes ni me dejaron en observación. Me curaron una herida y me mandaron a mi casa».