Fueron encontrados en el sótano de la Nunciatura de la Santa Sede en Roma y podrían pertenecer a Emanuela Orlandi, la joven hija de un empleado vaticano y cuya desaparición se mantiene desde hace 35 años como uno de los grandes misterios.
El hallazgo de huesos humanos bajo el suelo de un sótano de la Nunciatura de la Santa Sede en Roma disparó hoy la hipótesis de que se pueda tratar de los restos de Emanuela Orlandi, la joven hija de un empleado Vaticano y cuya desaparición se mantiene desde hace 35 años como uno de los grandes misterios de Italia y del estado pontificio.
La Fiscalía de Roma abrió una investigación por el delito de homicidio y ordenó un análisis de los restos encontrados por algunos obreros en la tarde del lunes mientras realizaban obras en la Nunciatura, explicó hoy el Vaticano en un comunicado.
«El fiscal jefe de Roma, Giuseppe Pignatone, pidió a la Policía Científica y a la Policía de Roma que investiguen la edad, el sexo y la fecha de muerte», indicó la nota oficial sin mayores detalles.
Sin embargo, poco después los medios de comunicación italianos comenzaron a especular con la posibilidad de que estos restos pertenezcan a Orlandi, la adolescente de 15 años que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, sin que desde entonces haya habido noticias sobre su paradero.