La Estación de Policía Comunal pudo constatar en las últimas horas la comisión de varios ilícitos ocurridos durante las últimas semanas por parte de un joven que debía cumplir con el arresto domiciliario.
Se trata de un vecino de 24 años que tenía una pulsera electrónica del servicio penitenciario y que mientras gozaba de ese beneficio, aprovechó para cometer diferentes robos.
A principios de mes, el jueves 5 más precisamente, en un allanamiento llevado a cabo en su domicilio, fue identificado como el autor de un robo ocurrido a pocos metros de su hogar. En aquel momento, no fue detenido, ya que la Justicia entendió que debía permanecer en su casa.
Sin embargo, la investigación avanzó y la Policía constató que el joven había tenido participación en reiterados ilícitos ocurridos en la cuadra, entre los que se destacan la sustracción de elementos en algunas casas e incluso un episodio de lesiones leves y amenazas.
Debido a ello, desde la fuerza se dio intervención a la Justicia, la cual ahora sí determinó el cese de la prisión domiciliaria y su posterior traslado a la Unidad Penal de Batán.