El conductor de las últimas cinco ediciones de la FNA y un mano a mano con MinutoBalcarce.

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En 2016 tuvo su primera experiencia en el escenario principal de la Fiesta Nacional del Automovilismo. Luego repitió en 2017, 2018, 2019 y 2020. En un mano a mano con MinutoBalcarce, Mauricio Cano, la voz de la FNA, aún recuerda aquel primer llamado: “No pude evitar emocionarme y a la vez ponerme nervioso. ¿Qué voy a decir? ¿Cómo lo voy a hacer? ¿Cómo hablar delante de tantas personas? Son preguntas que en ese momento me invadieron y que año tras año se repiten”.

Poseedor de una voz y una entrega que contagian, Mauricio Cano tiene la habilidad de generar rápidamente empatía con las personas que asisten a disfrutar de los shows musicales.  Fue él el encargado de presentar, entre otras, a bandas como Auténticos Decadentes, Los Pericos, Guasones, Estelares, Miranda y Karina.

– ¿Qué se siente haber puesto la voz a las últimas FNA?

– Es la sensación de cumplir un sueño año tras año. Para quienes realizan el trabajo que yo hago, ponerse frente a su ciudad, ante miles de personas, es sin dudas tocar el cielo con las manos. Uno sabe que puede llegar el momento en que te inviten a participar y creo que inconscientemente te vas preparando evento tras evento.

Desde hace años me dedico a los eventos sociales y sin querer, uno va adoptando latiguillos y “mañas” que puede ir puliendo esperando la oportunidad de llegar a conducir la Fiesta Nacional del Automovilismo.

Recuerdo el primer llamado que recibí para invitarme a ser parte del escenario principal de la FNA. No pude evitar emocionarme y a la vez ponerme nervioso. ¿Qué voy a decir? ¿Cómo lo voy a hacer? ¿Cómo hablar delante de tantas personas? Son preguntas que en ese momento me invadieron y que año tras año se repiten.

Es inevitable ponerse nervioso antes de subirse al escenario. Asomarse y ver tanta gente es emocionante. Es que estás en tu ciudad, ante tu gente y sabés que si te sale bien, muchos van a felicitarte, pero si te sale mal, muchos más van a criticarte.

– ¿El conductor tiene control sobre el público?

– Uno nunca tiene el control sobre las personas. Podés caerle bien a muchas y mal a otras tantas; es ahí donde tenés que entender que pueden existir grupos a los cuales no les vas a generar nada y es por eso que no te van a responder.

Trato de enfocarme en quienes me siguen para que los demás puedan contagiarse y sumarse, pero jamás he intentado mantener el control de todos los que asisten.

Cada espectador va a ver los shows que ya están pactados y entonces mantiene una expectativa por lo que se viene. A veces me ha tocado tener que estirar para que el escenario quede armado y listo para que los protagonistas lo den todo y es allí donde quedás casi al límite. La gente obviamente no quiere verte a vos, quiere ver los shows y el desafío es mantenerlos arriba para que no se impacienten sin transformarse en algo tedioso.

Podés ir jugando con los tiempos y tratar de “entretenerlos” de alguna manera. Generalmente en la FNA jugamos con la música y acá es donde es primordial el feeling que tengas con el DJ. Por suerte siempre me ha tocado trabajar con Adrian Dimuro que, sin lugar a dudas, es uno de los mejores musicalizadores con los que se pueda trabajar.

– Sos la única persona que condujo tres fiestas en el Cerro y dos en la Plaza, ¿cuál contexto te genera más emociones?

– El Cerro tenía su magia, no podemos negarlo. Levantar la mirada y ver la gente sobre las piedras o las tribunas naturales era mágico. Pero creo que la Plaza es única.

Tengo la posibilidad de mirar hacia delante y ver miles de personas, no solo frente al escenario, sino también recorriendo los diferentes sectores. La apuesta de mover la fiesta y concentrar todo en el centro de la ciudad fue grande. Creo que la fiesta en sí me genera muchísimas emociones.

– Mientras estás arriba del escenario, ¿te permitís disfrutar o estás pendiente de que todo salga bien?

 – Es disfrutar ciento por ciento. Aunque uno nunca deja de estar pendiente de lo que va pasando, pero existe un grupo de personas que están para eso y que saben hacer muy bien su trabajo.

Desde la primera fiesta me propongo disfrutar cada minuto, del magnífico sonido y luces de la familia Del Rosso, de la puesta en escena, de las bandas y de cada momento que se disponga.

A veces pienso que es como irse de viaje de egresados una vez más, son 3 o 4 días en los que sabés que la vas a pasar bien. Y resulta necesario que así sea. Es que si quiero transmitir emociones, primero tengo que vivirlas yo.

Todos los años espero ansioso que llegue la FNA, y meses antes empiezo a preguntar si nuevamente voy a tener la chance de conducir. Cuando la respuesta es SÍ, ahí empiezan las sensaciones y se multiplican mucho más cuando el cronograma está definido y ya sé que me va a tocar presentar.

Creo que ser animador no siempre es animar un público, sino animarse a hacerlo.

– Una persona con la que hayas compartido escenario conduciendo…

– Compartí escenario con Celeste Almeida y con Pepe Joglar, pero la posibilidad de trabajar junto a Sergio Gendler fue maravillosa. Por aquel entonces compartíamos las tardes de Radio Mitre en el Espacio Clarín en el programa de Alfredo Leuco y eso me permitió conocerlo más como persona que como profesional. Su forma “picaresca” de comunicar me divertía mucho, pero cuando la luz de Aire se apagaba, él salía siendo el personaje más lindo que alguien pueda conocer.

Cuando lo invitamos a conducir la FNA dijo que sí en el momento. El disfrutaba la historia de Juan Manuel Fangio y quería ser parte de la fiesta.

Sinceramente fue muy divertido estar con él sobre el escenario porque no había posibilidades de seguir un guión, él te sacaba para cualquier lado y no sabías donde podía terminar.

Poco más de un año después, nos dejó físicamente, pero los recuerdos siguen bien vivos.

– Y la banda que más te gustó…

– Hubo varias bandas que me gustaron, pero el show de Los Decadentes fue distinto. Tal vez el hecho de crecer junto a su música hace que me sienta más identificado.

El de Karina también me gustó mucho, pero me parece que tiene más que ver con mis gustos musicales. Soy una persona más cercana a la cumbia que a otros géneros.

Disfruto cada minuto y cada momento. Desde que me subo hasta que se termina todo y tenés que despedirte hasta el próximo año. El año que vino Karina tuvimos que estirar para que armaran los instrumentos. Allí pedí que se apaguen las luces y que el público encienda sus celulares y fue una imagen impresionante tener a miles de celulares encendidos en la oscuridad. Fue muy emocionante. Es que la Fiesta del Automovilismo tiene mucha magia.

Muchos no saben que existe un laburo previo que lleva meses y que no se ve, pero que realmente es muy grande. Desde conseguir auspiciantes, hasta ir diagramando cada uno de los eventos y que también se disfrutan porque ya vas imaginando como va a quedar y como puede disfrutarlo la gente.

De todos modos, también disfruto de ir aprendiendo y viendo como todo va mutando.

Sebastián Vidal que es una persona que ve más allá de lo que cualquiera de nosotros podemos mirar. Desde que el asumió en Turismo se animó a grandes cambios desafiando las opiniones de todos y creo que no le ha ido nada mal. La apuesta de llevar la fiesta a la Plaza Libertad ha sido muy grande y creo que todos hemos tenido dudas, pero hoy podemos decir que fue una decisión muy inteligente.

Dolores Teijeiro fue una persona muy importante para mí también, con ella trabajamos los primeros años y siempre me sentí muy cómodo.