Así lo confirmó Rodrigo Arévalo, director general regional de la compañía, en el marco de una inversión de 50 millones de dólares; a su vez, buscan solucionar los problemas con las tarjetas de crédito para preparar el despliegue del servicio de delivery Uber Eats.
Desde Tijuana a la Patagonia, y entre dos océanos, el Pacífico y el Atlántico, Rodrigo Arévalo, director general de Uber para América latina, sigue de cerca a cada una de las ciudades de la región más importante para la compañía tecnológica después de Estados Unidos y Europa, y que está presente en más de 570 localidades en todo el mundo.
«Cuando muchas de las miradas apuntan a Asia, para Uber la región se posicionó como el motor de crecimiento de la compañía por importancia, volumen y peso, algo poco habitual para una tecnológica estadounidense. América latina está desarrollando mucha infraestructura vial y conectividad móvil. A la vez, las personas tienen la necesidad de trasladarse en los centros urbanos, pero no tienen la oportunidad de comprarse un auto, ni tienen un servicio de transporte público que responda sus necesidades», explica Arévalo durante la entrevista con LA NACION durante la breve visita que lo tuvo en Buenos Aires para avanzar con el desarrollo de nuevos servicios en la Argentina.
«Uber funciona muy bien como recurso de la última milla, como complemento del transporte público. Pero tiene que estar disponible para todos, no sólo para aquellos que tienen tarjetas de crédito y por eso la compañía implementó el los últimos años la modalidad de pago en efectivo», dijo Arévalo.
El uso de efectivo comenzó en 2015 en India, un mercado enorme que exigía esta modalidad, aún cuando hay varias opciones de pago electrónico como PayPal o pagos con el saldo del celular, explica el ejecutivo. Fue una modalidad que comenzó a tener muy buena aceptación en diversos mercados hasta que se implementó en Perú, el primer país de América latina en utilizar esta forma de pago.
En la Argentina se implementó ante la necesidad de avanzar con el crecimiento de la plataforma tras el bloqueo de las tarjetas de crédito impulsado por diversas medidas judiciales que buscaron frenar el uso de la aplicación.
«Las compañías operadoras de tarjetas de crédito siempre han sido los grandes aliados de la compañía durante el despliegue global de Uber. Sin embargo, en la Argentina nos hemos llevado algunas sorpresas, no hemos tenido este tipo de problemas en el procesamiento de pagos en ninguna otra parte del mundo», dijo el ejecutivo.
«Invertimos 50 millones de dólares y queremos llegar a cinco o diez ciudades en la Argentina. Puede ser un gran centro urbano como Córdoba, Salta o Mendoza, o localidades turísticas más pequeñas como Bariloche»
«En la Argentina el compromiso es muy grande, tenemos prevista una inversión de 50 millones de dólares para este año para poder crecer nuestra operación, desde la atención a los conductores, el crecimiento que tuvo el equipo con unas 30 personas a la fecha, en el desarrollo de los servicios de cartografía digital y en muchos otros aspectos que no siempre son tan visibles para el público de parte de una compañía tecnológica como Uber», dijo el ejecutivo.
Al ser consultado por el detalle de estas inversiones, Arévalo destaca los números regionales y locales de la plataforma, que cuenta con casi un millón de conductores activos por mes en América latina. «En Brasil fue el mayor generador de oportunidades de trabajo, con medio millón de conductores y una presencia en más de 30 ciudades, mientras que México, Colombia y Chile suman en su conjunto 75 ciudades donde está presente Uber», detalla el ejecutivo.
Con un año de presencia en el área metropolitana de Buenos Aires, para el director regional de Uber la Argentina tiene todas las condiciones para tener un mayor despliegue como en el resto de la región. «Puede ser un gran centro urbano como Córdoba, Salta, Mendoza o Rosario, o localidades turísticas más pequeñas como Bariloche»