Golpeado por la falta de turistas y la crisis económica producto de la pandemia de coronavirus, el tradicional complejo Torre de Manantiales de Mar de Plata cerrará sus puertas como hotel y se reconvertirá en edificio de departamentos y oficinas. La decisión no sólo afecta a los 230 empleados a los que se les ofreció el retiro voluntario, sino también a la oferta de plazas disponibles frente al mar.
La hotelería es uno de los rubros más golpeados. Según datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), durante 2020 cayó -68% en relación con los registros previos a la pandemia y aún con menores restricciones no logra recuperarse. En el último fin de semana largo la ocupación promedió el 20%; en Mar del Plata no logró rozar el 30%, cuando habitualmente es uno de los destinos preferidos para las escapadas cortas.
En este contexto se enmarca la decisión de Hernán Lombardi, ex titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos durante el Gobierno de Mauricio Macri, dueño del complejo Manantiales, de ofrecer el retiro voluntario a los empleados para reestructurar la compañía y reconvertir el edificio estratégicamente ubicado frente al mar.
Pero no es el único emblema de La Feliz que cierra sus puertas. A mediados de junio, el Sheraton hotel tomó la misma decisión, pero aún no confirmó si se reconvertirá o venderá las instalaciones.