Desde el año pasado existían medidas similares en las provincias de Buenos Aires y Córdoba, pero esta norma de alcance nacional impacta en 400 entidades y 3 millones de usuarios.
A partir de este año, todas las cooperativas eléctricas del país están obligadas a separar de sus facturas el consumo de luz de los otros servicios que puedan ofrecer o convenir cobrar con los municipios.
La medida alcanza a 400 cooperativas de todos el país, con unos 3 millones de usuarios. Provincias como Buenos Aires y Córdoba ya la habían implementado de manera individual el año pasado.
Así, el consumo energético deberá tener una facturación exclusiva y puntual. El resto tendrá que ir en otras boletas o en una misma, pero troquelada y con totales diferenciados, de manera que los usuarios puedan tener más claridad sobre cuánto pagan por la energía eléctrica y decidir qué pagan.
Estos servicios extra son en general tasas municipales (los municipios dan la concesión a las cooperativas), pero también otros como sepelios, ambulancia y hasta proveeduría (por ejemplo, cuotas de electrodomésticos).