Diecisiete años. Ese el tiempo que la tecnología NFC ha tardado en aterrizar en la Argentina desde su creación. Aprobada bajo el estándar ISO/IEC en 2003, el empleo de esta tecnología en dispositivos periféricos no se inició hasta el año 2008, alcanzando su máxima popularización a partir de 2013. A pesar de que hoy en día esta tecnología es empleada por millones de personas en el mundo, los argentinos hemos tenido que esperar casi dos décadas para poder empezar a disfrutar de sus ventajas, especialmente en el ámbito de los pagos.

La tecnología NFC se basa en la transmisión de datos a gran velocidad entre dos terminales sin que estos estén conectados entre sí de manera física ni hayan sido emparejados a través de un software de manera previa. Es decir, se trata de una tecnología que permite compartir información entre dispositivos de manera inalámbrica; de ahí sus siglas en inglés, que se significan Near Field Communication. El principal atractivo de esta tecnología es la velocidad en la transmisión de datos, mientras que su principal desventaja hace referencia a la distancia a la que deben estar los dispositivos entre los que se va a realizar esta transmisión: como máximo a 20 cm.

A pesar de sus numerosos usos, el más popular en la actualidad está relacionado con las transacciones económicas presenciales a través de dispositivos electrónicos como los celulares o los relojes inteligentes. De esta forma, con la incorporación de la tecnología NFC en estos terminales se blindan las operaciones realizadas, garantizando al usuario la seguridad de las mismas. En este sentido, parece lógico pesar que del mismo modo que el consumidor exige garantías a la hora de realizar pagos a través de internet, ya sea en plataformas como Amazon, en pequeños comercios o incluso en espacios de entretenimiento como un casino online, también lo haga en sus pagos de forma presencial cuando emplea herramientas electrónicas.

Observando las ventajas que ofrece esta tecnología, especialmente en estos tiempos en los que el contacto con objetos de uso común como pueden ser los terminales de pago con tarjeta debe minimizarse al máximo, sorprende que en la Argentina su empleo sea mínimo. La explicación a esta realidad la encontraríamos en la falta de implementación de esta tecnología en nuestro país y, en menor medida, en la preferencia cultural por el papel moneda. Así, se estima que solo el 15% de los celulares con línea operativa en la Argentina disponen de tecnología NFC, una cifra modesta que se debe, en gran medida, al elevado coste de los terminales que sí cuentan con ella.

Con todo, si la popularización de esta tecnología en nuestra nación está siendo lenta, recién viene de darse un paso de gigante en la carrera por su implementación. De esta forma, el banco BBVA y VISA permiten ya a sus usuarios realizar pagos a través de sus celulares con tecnología NFC. Esta funcionalidad es posible gracias a la aplicación móvil de la propia entidad bancaria, “Go”. A través de ella, los usuarios de BBVA pueden cargar los datos de sus tarjetas de crédito o débito (tanto las de banda magnética, como las de chip y las “contacless”) y, a partir de ese momento, realizar pagos con el móvil en aquellos establecimientos que dispongan de terminales con NFC.

La seguridad de la transacción que ya de por sí garantiza la propia tecnología NFC, se ve aumentada gracias al empleo de un sistema de tokenización que corre a cargo de VISA. Así pues, este sistema permite sustituir la información más vulnerable de la tarjeta por un token, es decir, por un identificador digital de carácter único asociado de manera individual a cada dispositivo. Con la implantación de la tokenización, BBVA y VISA esperan eliminar cualquier tipo de recelo por parte de los usuarios a emplear sus celulares como método de pago, reforzando la idea de que se trata de un sistema 100% seguro.

Por el momento, BBVA es la única entidad bancaria que permite realizar pagos con celulares a través de NFC. No obstante, el creciente uso de las billeteras electrónicas entre los ciudadanos argentinos hace pensar que en un futuro no muy lejano serán más los bancos los que ofrezcan estos servicios.