Tras la carta del Gobierno a Rusia con un desplante que -entre otras cuestiones- hizo foco en la escasez de segundas dosis de la vacuna Sputnik V, la oposición reveló que en la gestión de Alberto Fernández enviaron un mail hace un mes a representantes del Fondo Ruso de Inversión Directa para dar por terminado el contrato “por razones de fuerza mayor”.

Diputados del PRO afirmaron que este viernes presentarán un pedido de informes en el Congreso “debido a las novedades del día (en relación a la misiva firmada por Cecilia Nicolini, asesora presidencial) y a que en el expediente del contrato de la adenda con los rusos consta un mail del licenciado Mauricio Monsalvo, en el cual realiza una presentación el día 23 de junio de 2021, en nombre del Gobierno Argentino como comprador, en los términos previstos en la Cláusula 16 del contrato original”.

Según sostienen los legisladores de la oposición, el motivo del mail fue “dar por terminado el contrato de suministro con Human Vaccine por razones de fuerza mayor”, debido al faltante del componente 2 (Ad5) del desarrollo producido por el Instituto Gamaleya.

Monsalvo, presunto autor de la carta aludida por los diputados del PRO, es el secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud. Y Human Vaccine, la firma mencionada, es una subsidiaria del Fondo Ruso de Inversión Directa. Se trata de una sociedad rusa creada para vender la vacuna Sputnik V.

El mail señalado hace referencia a “inconsistencias” en las entregas y reclama a representantes del Fondo Ruso de Inversión Directa que “de manera urgente nos informen un cronograma de entregas de la segunda inyección o componente 2 (Ad5), indicando cantidad estimada y fecha de entrega”. Y concluye: “Con la intención de resolver amigablemente las circunstancias que ameritan esta queja y de mantener vigente nuestra alianza estratégica para la vacunación, quedamos a la espera de una pronta y favorable respuesta de su parte”.

La diputada Graciela Ocaña confirmó que en las próximas horas se hará efectiva la presentación en el Congreso, y aludió al mail atribuido a la Casa Rosada. “Todas estas comunicaciones prueban lo que vinimos diciendo: el Gobierno compró vacunas en base a su interés estratégico y su ideología, y no para cuidar la salud de los argentinos”, dijo.

“En lugar de utilizar todas las vacunas posibles más allá de dónde vinieran, se cerró a recibir solamente las vacunas de sus socios geopolíticos y sus socios argentinos y mexicanos, Hugo Sigman y Carlos Slim, en el caso de AstraZeneca. Ambos contratos tienen las mismas características: empresas que ofrecieron lo que no pudieron producir. Y a pesar de eso, el Gobierno desestimó otras propuestas, como la de Pfizer, y rechazó ocho millones de vacunas que pudieron haber salvado miles de vidas de argentinos”, criticó Ocaña.