La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la pandemia por coronavirus. De esta manera la enfermedad ya no tiene categoría de emergencia sanitaria.
Esta noticia se confirma a más de tres años del día en el que la Organización informó el inicio de la pandemia por el aumento de casos de forma exponencial en todo el Mundo.
«Con gran esperanza, declaro que el COVID-19 ha terminado como una emergencia sanitaria mundial», expresó Tedros Ghebreyesus, Director General de la OMS.
La medida fue tomada en la decimoquinta reunión del Comité de Emergencia que se realizó el jueves 4 de mayo y este viernes el Director General lo anunció en sus redes sociales.
«El Comité me recomendó declarar el fin de la emergencia de salud pública de interés internacional y he aceptado ese consejo», detalló Tedros.
A pesar de que en los últimos meses la letalidad y los casos disminuyeron desde la OMS advirtieron que todavía regía la necesidad de cuidarse y vacunarse ante posibles rebrotes.
“Es un momento de celebración, logrado tras el incasable trabajo de millones de sanitarios, de mucha innovación e investigación, de difíciles decisiones tomadas por los gobiernos y de sacrificios que todos hemos tenido que hacer”, manifestó el Director.
A su vez destacó: “Es un momento para la reflexión, pues las cicatrices que nos han quedado deben servir de permanente recuerdo sobre el riesgo de que nuevos virus emerjan con devastadoras consecuencias”.
Tedros hizo hincapié que a pesar de la buena noticia el coronavirus «no dejó de ser una amenaza»: “Lo peor que los países podrían hacer ahora es utilizar esta noticia como excusa para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que han construido o enviar a la población del mensaje de que no hay que preocuparse ya”.
Por último remarcó los conflictos que el virus ocasionó en todo el Mundo: “El COVID-19 ha sido mucho más que una crisis sanitaria: ha causado caos económico, restando billones del PIB, afectando a los viajes y al comercio, golpeando negocios y arrastrando a millones a la pobreza. Ha dividido a las naciones, y ha socavado la confianza de las poblaciones hacia sus gobiernos y hacia las instituciones, en medio de grandes flujos de desinformación”.
La Organización estimó que por el COVID-19 hubo al menos 20 millones de decesos en el mundo y más de 765 millones casos confirmados.