Los investigadores consideran que el nuevo descubrimiento va a permitir estudiar el «eslabón perdido» en la formación planetaria.
Un satélite de la NASA encontró a tres exoplanetas, uno de los cuales podría estar en una «zona habitable». La ciencia celebró el hallazgo porque sería el “eslabón perdido” para comprender la formación planetaria, según la publicación de la revista científica Nature Astronomy.
Lanzado el año pasado desde Cabo Cañaveral (EEUU), el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito («Tess», por sus siglas en inglés) tiene la misión de analizar cerca de 20.000 planetas y examinar las posibilidades de que en alguno de ellos se den las condiciones necesarias para albergar vida.
Así descubrió tres nuevos «exoplanetas» (bautizados como TOI-270), de los cuales uno es rocoso y ligeramente más grande que la Tierra y los otros dos son gaseosos y miden aproximadamente el doble que nuestro planeta, describió la Universidad de California que lideró la investigación publicada por la revista.
El más pequeño de estos cuerpos estaría, además, en una zona «habitable», a una distancia de su estrella más próxima lo suficientemente lejana como para permitir la existencia de océanos de agua líquida, según los datos facilitados por la Universidad.