La enfermera que cuidaba a Diego Armando Maradona durante el día y que fue la primera en intentar reanimarlo cuando hace casi siete meses falleció en la casa de un country de Tigre, ratificó que nunca pudo tomarle los signos vitales, que tenía una mala relación con él y que las personas que lo acompañaban no la dejaban ingresar a su habitación.
Dahiana Gisela Madrid (36) fue indagada durante más de cinco horas como acusada de «homicidio simple con dolo eventual», en perjuicio del exastro del fútbol mundial, un delito que la podría llevar a la cárcel en un futuro juicio oral entre 8 y 25 años.
La enfermera llegó antes del mediodía a la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en Acassuso 476, donde asistió con su abogado defensor, Rodolfo Baqué, y fue indagada por los tres fiscales que llevan adelante la investigación, Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra.Fuentes judiciales indicaron a Télam que, tal como había dicho cuando declaró en dos oportunidades como testigo, Madrid ratificó que nunca pudo revisar ni tomarle los signos vitales a Maradona, que tenía mala relación con él y que sus allegados no la dejaban entrar a la habitación.
También reiteró que aquella mañana del 25 de noviembre, día del fallecimiento, en un momento le dio la sensación, por lo que escuchó, que Maradona se levantó para orinar en el baño portátil que tenía junto a la cama, dentro de la habitación, pese a que la junta médica concluyó que a esa hora ya estaba agonizando.