Las cirugías programadas se posponen con frecuencia. Además, existe un pasivo de 15 millones y los profesionales no resuelven su situación.

No solo la retención de tareas iniciada por la planta profesional hospitalaria complica el normal desarrollo de las atenciones en el nosocomio. A las medidas de fuerza iniciadas hace dos semanas se le suman la falta de insumos y el retraso en el pago de algunas obras sociales, cuestiones que obligan a los profesionales a posponer estudios y cirugías programadas. 

Los pacientes se ven afectados ante estas complicaciones y padecen entre 4 y 5 reprogramaciones en su turno inicial. Las cirugías más frecuentes (vesícula, cadera y varices, entre otras) son las que vienen sufriendo mayores alteraciones desde hace doce meses.

En este marco y según lo relatado por el Intendente electo Esteban Reino, el nosocomio enfrenta un pasivo de 15 millones de pesos. A su vez, la administración central utiliza y retiene recursos genuinos de un Hospital que a la fecha mantiene una deuda con proveedores que supera los diez meses.

Inmersos en este panorama, los profesionales de la salud esperan una respuesta del Ejecutivo Municipal para establecer, mediante un acta compromiso, una fecha de pago para los haberes correspondientes a diciembre. Mientras tanto, el próximo lunes realizarán una nueva asamblea previo a la reunión que mantendrán con los representantes locales del Ministerio de Trabajo en la sede de calle 17.