Exigieron, además, la liberación inmediata de las personas detenidas durante las recientes protestas.

En la peor crisis que atraviesa la ex colonia británica en décadas, miles de manifestantes bloquearon este viernes la sede de la policía de Hong Kong para exigir la renuncia de la jefa del gobierno local y la liberación de los detenidos estos últimos días.

Los manifestantes, que se dirigieron hacia el centro de la ciudad el viernes, fueron en su mayoría vestidos de negro, el color que predominó el domingo pasado en la enorme protesta que reunió a unos dos millones de personas.

Yu Hoi Kwan, una de las responsables de la policía hongkonesa, hizo un llamado para que los manifestantes se dispersen. «La multitud importante que rodea la sede de la policía (…) puede hacer difícil la labor de los servicios de urgencia», advirtió.

Esta nueva protesta tiene lugar después de que el gobierno local de Hong Kong se negó a cumplir con las reivindicaciones de las masivas manifestaciones de las últimas semanas.

Esas enormes protestas fueron desatadas por un proyecto de ley que abría la puerta a que ciudadanos de Hong Kong sean extraditados a la China continental, una iniciativa que fue postergada pero no definitivamente eliminada. De hecho, una de las exigencias de la manifestación de este viernes es que se elimine por completo la controvertida iniciativa.

En esta jornada, manifestantes portaban carteles que pedían a la policía que no dispare, en una referencia a la represión registrada hace una semana contra las protestas.

Esta vez, la convocatoria fue lanzada por gremios estudiantiles apoyados en las redes sociales. «Florecer por todas partes», decía uno de los documentos que circuló a través de Telegram.

«Hay muchas formas de participar. Piensa cuidadosamente en tu propia forma de mostrar tu amor por Hong Kong. El 21 de junio no es el fin de la lucha, habrá más en los próximos días», adelantaba otro mensaje.