La situación de las guarderías es crítica en todo el país ya que no forman parte del sistema oficial de escolarización y la falta de ingresos empujó al cierre a muchas de ellas.

Desde el 16 de marzo pasado, los establecimientos de Balcarce mantienen sus puertas cerradas y hasta el día de hoy siguen sin ser alcanzados por ninguno de los beneficios que otorgó el Estado.

Tras 8 meses sin actividad, el Jardín «Mis primeros pasitos» fue el primero en anunciar el cierre de sus puertas en la ciudad y sus propietarios ya venden parte del mobiliario y los materiales del lugar.

«Baby House» y «Rinconcito de Mamá Iris» son otras de las guarderías que funcionan en la ciudad. Sus responsables comentaron a través de las redes sociales que desde el cierre «comenzamos a buscar alternativas para salir adelante, para poder cumplir principalmente con los alquileres, impuestos y demás; con la ayuda mínima que algunos padres nos ofrecen».

«Estamos desesperadas porque no sabemos cuándo vamos a poder trabajar, porque no tenemos ninguna ayuda por parte del gobierno, ni siquiera una respuesta. Estamos desde marzo sin sueldo y de esta manera nos quedamos sin nuestra fuente de trabajo», agregaron. A su vez, pidieron reconocerla como una actividad esencial y remarcaron que «los padres la necesitan para poder ir a trabajar».

La situación que atraviesan las guarderías es dramática. Mientras muchas de ellas cerraron sus puertas, otras, se mantienen en pie gracias a diferentes emprendimientos personales y el pago de cuotas reducidas por parte de los responsables de los menores que asisten a los establecimientos.