Estela Munz vivió en la Sociedad de Protección a la Infancia hasta que en 1979 fue adoptada por una familia. A más de 40 años de ese hecho tan importante en su vida, el último fin de semana volvió a Balcarce y realizó una visita al hogar para hablar con los niños que viven allí.
Estela llegó a nuestra ciudad para bailar en la Pulpería del Cerro El Triunfo, pero se hizo un rato para acercarse a la institución de calles 28 y 35.
Además de llevar golosinas, ropas y otros obsequios a los chicos, conversó con ellos, les contó su experiencia de adopción y respondió cada una de las preguntas que le hicieron, dejando un sinfín de emociones positivas.
Desde Protección valoraron este tipo de acciones en las que adultos que pasaron por el hogar pueden contar su historia de resiliencia, dando a entender que las segundas oportunidades existen y que siempre hay luz y amor al final del camino.