En la jornada del pasado jueves y debido al aumento de casos positivos de COVID-19 en General Pueyrredon, el Gobierno Bonaerense determinó el retroceso de fase para Mar del Plata, que regresó a la etapa 3 de la cuarentena.
En este sentido, el Departamento Ejecutivo tomó la decisión de reforzar los controles sobre aquellas personas que realicen viajes de ida y vuelta a la vecina localidad.
«Al considerarse a Mar del Plata como una zona con circulación comunitaria de coronavirus, debemos tomar medidas y por ello se está evaluando la posibilidad de que las personas que vengan de Mar del Plata tengan que cumplir con un aislamiento estricto de 14 días«, explicó el secretario de Gobierno, Ricardo Stoppani, en diálogo con la mañana de Sube.
De confirmarse esta decisión, el funcionario anticipó que «quedarían fuera de este aislamiento obligatorio los vecinos que deban viajar por una cuestión médica impostergable o de urgencia, como pacientes oncológicos, y trabajadores esenciales, como personal de salud, de seguridad, comisionistas, entre otros».
Por último, Stoppani explicó también que se realizará un seguimiento mucho más cercano a aquellas personas que no logren justificar su viaje. «No tendremos reparo en negarle el ingreso a alguien que no pueda fundamentar su intención de entrar a la ciudad», expresó.