En algunas ciudades las máximas pasan los 39 grados, un número muy alto para esta época. En Francia suspendieron las clases.

En Europa el verano empezó de una manera contundente: una ola de calor llevó alarma a diferentes países que activaron diferentes medidas de seguridad por el récord de temperatura que se extenderá durante esta semana. En Alemania impusieron límites de velocidad en algunas autopistas por temor a las grietas y en algunas escuelas francesas cancelaron las clases.

La agencia meteorológica alemana Deutscher Wetterdienst dijo que el termómetro alcanzó los 38,6 grados en Coschen, cerca de la frontera con Polonia. Es un décimo de grado por encima del máximo, vigente desde 1947. Por su parte, el Instituto Hidro-Meteorológico checo dijo que la temperatura alcanzó 38,5 grados en Doksany, un récord nacional para el mes.

Para los próximos días se pronostica más calor. Las autoridades advierten que las temperaturas podrían superar los 40 grados en otras ciudades del continente debido a que una corriente de aire seco y caliente se desplaza al norte desde África.

El Ministerio de Transporte del estado de Sajonia-Anhalt, en el este de Alemania, limitó el miércoles a 100 o 120 kilómetros por hora, la velocidad en varios tramos cortos de autopista hasta nuevo aviso. Esas zonas no tienen límites de velocidad, pero las autoridades temen que el calor provoque grietas peligrosas.

Uno de los países que peor la está pasando es Francia, donde se cancelaron clases en algunas escuelas. Allí se pronostican temperaturas de hasta 39 grados, en diferentes regiones. En algunas, eso no es habitual: muchas casas y edificios no tienen aire acondicionado.

Las autoridades parisinas prohibieron la circulación de autos viejos porque el calor agrava la contaminación. La medida abarca vehículos a nafta de modelos anteriores a 2005 y a diésel anteriores a 2010.

En Austria, Italia y España también las altas temperaturas generaron complicaciones. En Viena hubo 35 grados y caminar por la calle se transformó en una misión imposible, en una ciudad que no está acostumbrada a ese clima.

En Milán, donde se pronostican temperaturas de 40 grados, un grupo socorrista dijo que se preparaba para distribuir 10.000 botellas de agua a personas indigentes.

Por su parte, en España están en alerta ante el pronóstico de aumento de la temperatura hacia el fin de semana: el récord pronosticado es de 44 grados en Zaragoza el próximo sábado, según la agencia meteorológica AEMET.