La iniciativa solidaria tiene como destinatarios a los niños que asisten diariamente al Merendero Adonai. ¿De qué se trata el proyecto y cómo se puede colaborar?
El domingo 16 de agosto se celebrará en todo el país el Día del Niño probablemente en un contexto particular dado por la cuarentena. Siguiendo la premisa de que cada niño pueda recibir al menos un presente, un grupo de balcarceñas ideó una iniciativa solidaria.
Esta propuesta tiene como destinatarios a los niños que asisten diariamente al Merendero Adonai, ubicado en el sector de calles 5 y 36. ¿De qué se trata el proyecto y cómo se puede colaborar?
Victoria Di Luca, una de las personas detrás de esta iniciativa, dialogó con MinutoBalcarce y contó detalles sobre esta idea. «El objetivo es poder fabricar juguetes didácticos en base a elementos descartables, tales como cartones, cajas de zapatillas, palitos de helado, afiches, latas de leche, etcétera», explicó.
Y agregó: «Hay dos ejes fundamentales detrás de este proyecto. Por un lado, reciclar y darle un uso más provechoso a estos materiales; y por otro lado, la elaboración de los juegos en sí. Esta parte quizás es la más interesante, porque en base a la metodología Montessori se busca, primero, que los chicos puedan desarrollar habilidades cognitivas básicas; y segundo, es una forma de homogeneizar juego y aprendizaje. De esa manera y a través de estos juegos, es posible reconocer el acierto y el error, pero fundamentalmente los chicos pueden ser responsables de lo que van aprendiendo por sí mismos».
El Merendero Adonai es atendido por Verónica Felinger, otra de las mujeres detrás de este proyecto. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al 2266 483729 o bien a través del Facebook del merendero. Principalmente se necesitan donaciones de materiales descartables, artículos de limpieza e higiene e incluso comida para poder alimentar a los pequeños.
Por último, Victoria dejó una reflexión sobre la situación que se vive en nuestra ciudad respecto a la pandemia: «Estamos transitando un contexto bastante especial y creo que es un buen momento para realmente parar un poco y repensarnos. A todos nos gustaba seguramente recibir juguetes y desenvolverlos de la caja tal cual salieron de la juguetería, pero la realidad es otra y es mucho más dura. Creo que en Balcarce estamos en una situación de privilegio de la que no somos enteramente conscientes. En un momento el merendero tuvo que cerrar, y eso significó que chicos y familias se quedarán sin esa ración que antes estaba asegurada. Por eso es importante saber hacer uso de nuestro tiempo y en ese sentido el proyecto está abierto a quienes tengan ganas de ayudar».
