Valeria Carreras forma parte del estudio de Burlando y se refirió a las pruebas encontradas en los celulares de los rugbiers que podrían complicar sus condenas.
Mientras los diez rugbiers acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa se encuentran detenidos en una celda de la alcaidía del Penal de Dolores, la investigación avanza para esclarecer el grado de participación que cada uno de ellos tuvo en el crimen.
En ese marco, Valeria Carreras, una de las abogadas que forma parte del estudio de Fernando Burlando se refirió a las pruebas halladas en los celulares de los imputados y se mostró esperanzada en que alguno de ellos rompa el pacto de silencio que hasta el momento mantienen.
En ese sentido, la letrada dijo que al menos dos detenidos “debieron haberse quebrado antes” pero están respetando su “obediencia debida” a los cabecillas del grupo de imputados, y consideró que tener el mismo abogado defensor los obliga a sostener un argumento sin fisuras.
“Hay gente que goza con el placer de matar; es un placer que está ligado con la pulsión sexual que se genera porque en el acto de matar siente la misma satisfacción sexual que en el acto sexual. En el video se puede ver a Thomsen que avanza como una persona plena“, sentenció Carreras.
Además, justificó la existencia de videos al argumentar que existe un “regocijo en revivir” estas escenas de violencia, porque “ellos necesitan mostrarle a terceros su hombría y su último trofeo”.
En ese sentido, Carreras aseguró que el video hallado en el celular de Lucas Pertossi, sobre la paliza mortal que terminó con la vida del joven de 18 años a la salida del boliche “La Brique” es “fundamental” para continuar con la investigación.
“Fue una sumatoria de golpes que lo llevaron al estado de coma. Se trató de un homicidio porque lo dejaron muerto en vida”, indicó la abogada.
El abogado Fernando Burlando ya había adelantado que pedirá a la Justicia de Villa Gesell una serie de pericias, entre ellas psicológicas y psiquátricas a los 10 rugbiers acusados, con el fin de sostener el agravante de “homicidio por placer”.
