El Sumo Pontífice participó de un seminario organizado por el Vaticano sobre “Nueva formas de solidaridad” junto a Kristalina Georgieva y Martín Guzmán.

El papa Francisco respaldó este miércoles a la Argentina en sus negociaciones con el FMI al pedir alivio para los países endeudados y no exigir pagos con “sacrificios insoportables”.

Ante la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional,  Kristalina Georgieva, el Sumo Pontífice habló en contra de la acumulación financiera.

Al pronunciar un discurso en el aula magna de la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, Francisco citó a su predecesor, san Juan Pablo II y consideró que “no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables”.

Además, manifestó que en esos casos es necesario “encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso”.

“Es bueno recordar que no existe una ley mágica o invisible que nos condene al congelamiento o la parálisis frente a la injusticia. Y menos aún existe una racionalidad económica que suponga que la persona humana es simplemente una acumuladora de beneficios individuales ajenos a su condición de ser social”, dijo, además, Francisco.

En ese sentido, el Papa recodó que los Objetivos del Desarrollo Sostenible aprobados por unanimidad por todas la naciones también reconocen este punto y exhortó a todos los pueblos a “ayudar a los países en desarrollo a lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento de la deuda, el alivio de la deuda y la reestructuración de la deuda, según corresponda, y abordar el problema externo de los países pobres muy endeudados para reducir la angustia de la deuda”.