Los detenidos por la muerte del joven tandilense ya son tres. De los últimos dos apresados, uno pidió declarar y el otro negó los hechos y dijo no tener relación alguna con los otros implicados.
Cuando todo hacía suponer que el ruido mediático y el sistema cloacal de las redes sociales comenzaba a aplacarse para darle respiro a una instrucción penal preparatoria que avanza en el esclarecimiento del homicidio de Jorge Bustamante, cuyo cuerpo fue hallado en el arroyo Langueyú el domingo, declaraciones contradictorias, intereses contrapuestos y la siempre controvertida intervención del abogado Claudio Castaño dieron rienda suelta a un caso judicial escabroso, con visos de escandaloso morbo y con pronóstico reservado en torno a la situación procesal de los hasta aquí tres involucrados, imputados de “homicidio en ocasión de robo”.
Con la detención y confesión de Nahuel Morales, se aguardaba por la aprehensión de los considerados coautores del crimen, capturas que finalmente se concretaron durante la madrugada de ayer.
Se trató de Angel Tami (20) y Emanuel Ramírez (19), quienes fueron apresados en sus respectivos domicilios, en Piccirilli 749 y Chacabuco 1042, respectivamente. Ambos jóvenes habían sido señalados por Morales como los responsables del homicidio.