La 31° edición de la Fiesta Nacional del Automovilismo contará con una muestra histórica de tractores y maquinarias a cargo de la Asociación Agricultores Unidos de Balcarce
Este evento destaca la estrecha relación que existe entre la actividad agropecuaria y el automovilismo deportivo, donde términos como «fierros», «caballos de fuerza» y «arar» encuentran similitudes en ambos mundos.
El automovilismo argentino tiene sus raíces en rutas y caminos rurales, con las chacras siendo testigos de los primeros autos de carrera levantando polvaredas. En los años 60, apellidos como Menditeguy, de Alzaga, Bordeu y Casá, que compartían su amor por la tierra y los motores, formaron parte del Turismo de Carretera, la categoría más popular del automovilismo en Argentina.
Muchos talleres que solían arreglar motores de tractores se convirtieron en lugares donde se preparaban motores potentes para autos de carrera. En cada pueblo de la llanura pampeana, se escuchaba el rugir de motores V8, y pilotos valientes representaban a la región en el automovilismo, ganándose la admiración de miles de aficionados.
Esta pasión se profesionalizó con el tiempo, y empresas vinculadas al sector agropecuario se convirtieron en un apoyo fundamental para el desarrollo del automovilismo. Semilleros, cabañas, industrias de maquinaria agrícola, consignatarios, industrias lácteas, molinos y más encontraron en el automovilismo una plataforma para promocionar sus servicios y productos.
En esta ocasión, Agricultores Unidos de Balcarce exhibirá piezas históricas del agro en Plaza Libertad, desde el «Tractor» de Casá, parte de la muestra de TC del Museo Fangio, hasta las creativas miniaturas de maquinaria agrícola elaboradas por el artesano local Juan Fernández.
Además, se rendirá homenaje a Mariano Alberto Calamante, destacado piloto y contratista rural, hijo de don Mariano Calamante, un productor papero que dejó su huella como piloto de TC. Este tributo se llevará a cabo en el escenario principal el domingo a las 19:30.