Lo creó un estudiante universitario en Holanda. Pesa 4 kilogramos y puede volar 100 kilómetros por hora.

Cuando la asistencia médica no puede hacerse presente, los aviones no tripulados aparecen como la única respuesta frente a los casos más extremos. Desarrollado por un estudiantes de la Universidad de Delf, Holanda, el dron ambulancia tiene por objetivo salvar vidas durante una emergencia cardíaca.

Este particular dron pesa 4 kilogramos y está conformado por un marco de fibra de carbono y microestructuras impresas en 3D que le permite transportar otros 4kg de carga útil. Puede navegar a través de GPS y la señal del celular de la persona que pidió la asistencia médica. Además alcanza una velocidad de vuelo de 100 kilómetros por hora.

Por si fuera poco, el prototipo cuenta con una cámara web para que la gente en la escena de un paro cardiaco pueda comunicarse con el personal de emergencia y seguir instrucciones sobre cómo atender al paciente.

Su creador, Alec Momont, hizo hincapié en la velocidad de despliegue, precisión y vuelo automatizado para crear «una red de respuesta de alta velocidad que funcione de manera descentralizada y proporcione tiempos de respuesta más rápidos».

[su_pullquote]Cuenta con una cámara web para que la gente en la escena de un paro cardiaco pueda comunicarse con el personal de emergencia[/su_pullquote]

La primera producción de este tipo de nave no tripulada está centrada en la entrega de un desfibrilador externo automático. Según datos estadísticos, la disminución en el tiempo de respuesta de sólo un minuto conduce a un aumento del 10% en las tasas de supervivencia.

Eso sí, uno de los obstáculos que deberá surcar Mormont para que su dron ambulancia sea utilizado son las legislaciones. Tanto en Holanda, como en varios países, se prohíben los aviones no tripulados en zonas urbanizadas.