La víctima estaba vestida de civil. Recibió cuatro disparos, uno de ellos en el pecho. Murió en el hospital.
Maximiliano Cristian Bruno estaba vestido de civil cuando lo fusilaron. Dos motochorros cruzaron al oficial, que también iba en moto, mientras circulaba por la localidad bonaerense de González Catán. Querían robarle, y lo mataron a balazos.
Los ladrones intentaron quitarle la moto al policía cuando lo interceptaron en la calle Francisco Ramírez al 2800. «Él nunca se resistió», se lamentó Daniela, su esposa. De todas formas le dispararon cuatro veces y escaparon dejando la víctima agonizante en la calle.
La mujer escuchó desde su casa el ruido de la moto y casi de inmediato las detonaciones. No sabía todavía qué era lo que había pasado pero un mal presentimiento la hizo salir enseguida a la calle. Todo había pasado muy rápido, y lo único que quedaba era una escena dramática. «Mi marido estaba tirado en la vereda de enfrente», contó entre lágrimas. De los delincuentes ya no había rastros, y afirmó: «Escaparon sin robarle nada».
La víctima fue trasladada al UPA del kilómetro 38 pero no pudieron salvarlo.Tenía cuatro disparos, uno de ellos en el pecho que fue el que lo mató. Ninguna de las maniobras que intentaron los médicos logró reanimarlo. «No le quería decir nada a mis hijos», manifestó la mujer, que aún así tuvo que atravesar por esa dolorosa e inesperada situación anoche. «El nene tiene 11 años, él escuchó, él sabe», explicó.
La policía desplegó un operativo cerrojo en la zona en busca de los dos sujetos, que hasta el momento permanecen prófugos. Analizan las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificarlos.