Fue en Rusia. De acuerdo a los investigadores, las atacantes le rompieron una botella en la cabeza y le cortaron la cara con los vidrios rotos.
El cuerpo abandonado de una joven de 17 años fue encontrado en una obra en construcción en la ciudad rusa de Arcángel. La víctima, Vika Averina, tenía signos de haber sido torturada, estrangulada y desfigurada con pedazos de vidrio.
En un principio, la policía local creyó que un hombre estaba detrás del brutal crimen, pero con el trascurso de la investigación dos jóvenes, ambas de 16 años, fueron detenidas. Las sospechosas, identificadas por la policía como Lina e Irina, conocían a la víctima porque eran compañeras de clase.
Las tres jóvenes estudiaron en la mima escuela en Arkhangelsk, sin embargo, Vika se había ido «para comenzar un curso universitario como aprendiz de chef». De acuerdo al diario Mirror, las detenidas dijeron en su declaración que la víctima «era arrogante por su rostro brillante y atractivo». Además, aseguraron que la joven les hacía bullying porque «era más linda» que ellas.
Las acusadas no pudieron sostener algunas partes de su relato y finalmente confesaron el crimen. Según la recreación de los hechos, Lina e Irina engañaron a Vika y la llevaron a una obra en construcción. Allí, una de ellas tomó una botella y se la rompió en la cabeza. Con los pedazos de vidrio que quedaron en el suelo la desfiguraron y por último la estrangularon.