La víctima fue asesinada en su casa. Tenía cinco puñaladas y un golpe en la cabeza. Otro sospechoso recuperó su libertad después de declarar.
Dos jóvenes de 19 y 20 años fueron detenidos en las últimas horas acusados del asesinato del diácono Guillermo Luquín, ocurrido el domingo pasado en su casa de Temperley.
Los dos sospechosos son vecinos del barrio y ambos reconocieron que tenían un contacto habitual con la víctima, una versión que refuerza la hipótesis que investiga la policía sobre un crimen pasional. “Están sospechados de ser los autores materiales del crimen”, señaló una fuente cercana a la causa.