Los resultados surgen de estudios toxicológicos sorpresa a más de 700 efectivos en distintas dependencias.
Entre noviembre del año pasado y febrero del 2019 detectaron que 22 policías de la Bonaerenseestaban bajo los efectos de drogas prohibidas mientras estaban en servicio, de un total de 723 casos. Los alarmantes resultados surgen de exámenes sorpresivos realizados por la Auditoría General de Asuntos Internos de la fuerza.
Las pruebas se hicieron en 14 dependencias de La Plata, Avellaneda y Quilmes, a partir de denuncias. Del total de agentes a los que se les detectó la ingesta de sustancias prohibidas 12 habían consumido cocaína, ocho marihuana y dos, psicofármacos.
Cuando se detecta que un policía de la fuerza consumió sustancias prohibidas se le abre una carpeta médica y se los licencia. Además deben entregar su arma reglamentaria y empezar con un tratamiento de rehabilitación.
En el caso de que se trate de efectivos que integran equipos de lucha contra el narcotráfico se los deriva a otras áreas, previa rehabilitación.