En el marco de un operativo de fiscalización de los distintos comercios de la ciudad, la delegación local del Ministerio de Trabajo lleva adelante controles en negocios y emprendimientos.
La semana pasada, más precisamente el jueves, los inspectores del organismo se trasladaron hasta la panadería de Avenida Favaloro entre calles 30 y 32. En la oportunidad, Juan Bodega, propietario del lugar, se vio sorprendido por el accionar de los agentes.
“Eran dos inspectores del Ministerio de Trabajo y un tercero del Sindicato de Panaderos. Entraron sin autorización ni aviso previo, como si fueran chorros”, denunció.
“Si hubieran tenido puesta ropa de policía, en estos momentos esta gente estaría tomando mates en su casa en disponibilidad. Porque no pueden entrar sin una orden de allanamiento. Ni siquiera se identificaron”, aseguró.
Bodega también reconoció que es una situación que se vive desde hace varios años. “Estamos ante una aberración que se viene reiterando hace tiempo. No piden permiso, nos avasallan y nos tratan como el or…”, sostuvo.
A lo que añadió: “Nos tratan a los tipos que laburamos, a los comerciantes peor que a los delincuentes. Es momento de decir basta. Empiecen a respetarnos un poco. Es lo único que pedimos”.
Y cerró: “Entren por la puerta de entrada, preséntense y hagan lo que hace cualquier vecino que ingresa al local”.