Hace algunas semanas un llamado anónimo realizado al 911 alertó a las autoridades policiales sobre la presunta venta de vacunas Sputnik en el Hospital Municipal Felipe A. Fossati.

El hecho, vale recordar, desató un duro cruce entre la dirección del centro asistencial y el Sindicato de Trabajadores Municipales, luego de que el director Antonio Dojas asociara esa denuncia al conflicto previo que había existido con el gremio.

Mientras tanto, la Sub DDI se hizo cargo de la investigación y tras varias diligencias llevadas a cabo en el nosocomio y citaciones a declarar de los profesionales que habían participado del operativo de vacunación se logró acreditar que con las primeras 450 dosis de la vacuna rusa que llegaron a Balcarce (destinadas en este caso al personal prioritario del sistema de salud) se inoculó a personas que no estaban contempladas en esa clasificación y que no correspondían a esa instancia.

Más allá de esta información, quienes llevan adelante la investigación aún no lograron establecercon certeza si fue a título oneroso, como se denunció en ese llamado anónimo. Incluso, creerían conveniente modificar la hipótesis investigativa inicial acerca de la sustracción de vacunas y redirigirla hacia la aplicación del primer componente de la Sputnik V a personas que en ese momento no correspondía aún vacunarlos.