Córdoba también elige hoy al nuevo presidente y a nueve diputados nacionales para el próximo Congreso Nacional, pero la elección tiene rasgos diferentes a los del resto del país.
Es que en Córdoba la pelea entre los dos principales candidatos a la Presidencia fue muy intensa por la decisión del gobernador Juan Schiaretti de abstenerse en esa disputa y auspiciar una “boleta corta”, de candidatos a diputados nacionales propios, sin adherir a ninguna fórmula presidencial.
Schiaretti viene de un triunfo contundente en la elección provincial del pasado 12 de mayo. Obtuvo la reelección al imponerse a los candidatos Ramón Mestre y Mario Negri, dos referentes del oficialismo nacional que fueron divididos a la compulsa provincial.
Desde entonces, el actual gobernador cordobés decidió mantenerse prescindente en la elección presidencial, aunque recibió a los candidatos que llegaron a hacer campaña a la provincia.
Como en la elección presidencial de 2015 el presidente Mauricio Macri alcanzó un registro histórico de votos favorables en Córdoba, el candidato kirchnerista, Alberto Fernández, decidió plantear su campaña en la provincia pidiendo disculpas por la posición distante que su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, tuvo en relación al electorado cordobés durante sus gestiones como presidenta.
Fernández apoyó su campaña en una fracción del peronismo cordobés que ha dado señales de distanciamiento respecto de Schiaretti. Ese sector tiene como referentes más visibles al senador nacional Carlos Caserio y a la hija de un exgobernador, Natalia De la Sota.
Mauricio Macri, por su parte, consiguió unificar a las distintas vertientes internas de su coalición en Córdoba y privilegió a la provincia en su agenda de campaña. Al punto que el cierre de la serie de marchas denominadas #Sísepuede se concretó en el centro de la capital cordobesa con una asistencia multitudinaria que dió continuidad a la manifestación previa frente al Obelisco porteño.
La combinación de un triunfo peronista de Schiaretti en la elección provincial y de uno macrista en las primarias de agosto pasado, hace que el distrito cordobés tenga un sesgo diferente al de otras provincias argentinas y los resultados se esperen con expectativa no sólo por su impacto nacional, sino también por su incidencia en las relaciones futuras entre Nación y Provincia.
