Se utilizarán 300 cámaras que pueden detectar a los buscados inclusive ante cambios de apariencia y en diferentes condiciones climáticas.
Trescientas cámaras de la Ciudad de Buenos Aires comenzarán a buscar desde este jueves a 40 mil fugitivos, a partir de la puesta en marcha del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos, un software ruso que se utilizará por primera vez en el país.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, también a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, detalló que los datos de los prófugos (de los cuales el 67% se cree que están ocultos en la zona metropolitana) surgen del sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (CONARC) del Registro Nacional de Reincidencia.
“Estamos hablando de ir a buscar y detener a los más de 40 mil prófugos que tiene el sistema judicial argentino, entre los que hay 1.300 personas buscadas por homicidios, 1.500 por delitos sexuales, 15 mil por robos y hurtos y 2.300 por narcotráfico”, detalló el funcionario.
El sistema identifica los rostros de las personas de esta base de datos que conviven a diario entre la gente, y que ahora tratarán de ser identificados en puntos neurálgicos de la vía pública, en estaciones de trenes y de subtes.
“Lo vamos a hacer en 300 cámaras rotativas de un total de 7.000, es decir, la base de datos va a entrar al sistema de cámaras y buscar a las 40 mil personas”, remarcó el funcionario.
Acerca de las críticas de algunos sectores sobre el uso del sistema para otros fines, el vicejefe de Gobierno aseguró que “la garantía es la privacidad de todos nosotros” y que las cámaras solo van a trabajar con la base de datos de la CONARC, que es pública y se puede consultar por Internet. No obstante, para auditar el sistema se firmará un convenio con la Defensoría del Pueblo en el lapso de 30 días.
Cuando el software -llamado Danaide- detecte el rostro de algún prófugo de la Justicia se enviará al lugar al personal de calle que se encuentre más cerca para detenerlo, salvo que se trate de algún delincuente muy peligroso y sea necesario recurrir a un equipo especial.
Una vez que se encuentre a la persona buscada se le solicitarán sus datos filiatorios, y en caso de confirmarse se consultará al juez si todavía requiere a ese fugitivo y las medidas a adoptar; la confirmación final de quién se trata se hará a través de las huellas digitales.
La tecnología adquirida tuvo un costo de 2,3 millones de pesos para el Gobierno porteño, puede buscar en la base de datos en menos de medio segundo y realiza el reconocimiento facial en diversas condiciones de iluminación y ángulo de escena, inclusive ante cambios de apariencia como ser anteojos, barba, bigotes, gorras o peinados.