Al igual que en 2001, cuando la crisis generó la creación de estos espacios, en Balcarce la idea vuelve a hacer pie.

El Cub del Trueque surgió durante la crisis económica de 2001 como una posibilidad para que las personas mantengan a flote su economía a través de un sistema de intercambio autoregulado en los barrios.

Este fin de semana, la iniciativa tuvo su réplica en Balcarce y el resultado sorprendió a propios y extraños: «Más de 200 personas pasaron por el lugar. Nunca pensamos tener tanta repercusión. Evidentemente la gente lo toma como una salida a las necesidades que están viviendo por estos días», explicó Carlos Herrera, uno de los organizadores.

En esta ocasión, las preferencias de los vecinos estuvieron en los alimentos. Según los registros, productos como la yerba, azúcar o los fideos sobresalieron en cada uno de los intercambios.

«Notamos que la situación económica no es la mejor, y el trueque aparece como una ayuda a muchos vecinos. La idea es organizar uno cada quince días», cerró Herrera.