Organismos internacionales instaron a una investigación inmediata para determinar quiénes fueron los autores del hecho. Desde la ONU calificaron el ataque como «una matanza innoble y sangrienta».

Libia vuelve a ser escenario de una masacre: más de 40 migrantes murieron en un bombardeo el martes contra un centro de detención en la periferia de Trípoli. Organismos internacionales criticaron el ataque y llamaron a una pronta investigación para determinar los autores del hecho.
Este miércoles, el enviado de la ONU en Libia, Ghassan Salamé, aseguró que el ataque «podría claramente constituir un crimen de guerra«. “Mataron a gente inocente obligada a estar en este refugio por sus espantosas condiciones de vida», agregó en un comunicado.
«Esta matanza innoble y sangrienta es una de las más horribles y trágicas consecuencias de esta guerra absurda», añadió Salamé.
El martes por la noche, un bombardeo aéreo dejó un agujero de unos tres metros de diámetro en el centro de este hangar de Tajura, en las afueras al este de Trípoli. Numerosos cuerpos quedaron en el suelo del lugar, constató un fotógrafo de la AFP.
Según un comunicado de la Misión de apoyo de la ONU a Libia (MANUL) el balance es de al menos 44 migrantes muertos y más de 130 heridos graves.