A un mes y medio del cierre del ciclo lectivo, el gobierno bonaerense actualizó el protocolo escolar e introdujo dos cambios. Por un lado, revisó la noción de caso sospechoso a la hora de aislar una burbuja y, por otro lado, ató el uso de barbijo en los recreos al avance en la vacunación de niños y adolescentes.
La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense ya distribuyó entre todas las escuelas públicas y privadas el nuevo instructivo que comenzará a regir de ahora en adelante. La cartera educativa y la sanitaria aprobaron los nuevos lineamientos a partir de la “actual situación epidemiológica alcanzada en la provincia”.
En primer lugar, ya no se aislarán burbujas completas ante un caso sospechoso de COVID-19. Se trata de una modificación que desde hace tiempo venían reclamando los padres y que desde hace más de un mes se implementó en las escuelas porteñas. Con el aislamiento preventivo que funcionó desde el regreso de la presencialidad, cientos de burbujas se pincharon y dejaron de tener clases presenciales por casos que después se demostraron negativos.
A partir de ahora, ante la presencia de un caso sospechoso -es decir, un estudiante o docente que presente alguno de los síntomas- se aguardará el resultado de la prueba de laboratorio para proceder a aislar al curso.
Si el caso se confirma y es docente, habiéndose mantenido el distanciamiento y utilizado el equipo de protección personal adecuado desde las 48 horas antes de tener síntomas o de la realización del test, se aísla solamente el caso confirmado, sin que se requiera la interrupción de los cursos con los que haya estado.